¿Deben los Influencers pagar impuestos?

Algunos cobran en productos (desde perfumes hasta ropa). Otros aceptan un corte de pelo gratis. Hay quienes son seducidos por unos días en la playa sin pagar un peso.

La popularidad de las redes sociales ha generado un nuevo trabajo: los influencers, conocidos como personas que, a través de una serie de publicaciones y vídeos, son considerados por el público como famosos. Estas personas, al tener tantos usuarios suscritos, empiezan a representar marcas, trabajando como una especie de embajadores que son compartidas por medio de publicaciones para luego ser recomendadas al público. Una nueva tendencia de marketing.

Así es como cada vez son más las personas que deciden abrir un canal de Youtube, conocidos como youtubers, o compartir información personal en Instagram, denominados instagramers.

Estas personas no sólo comparten información personal: sino un tipo de contenido en específicos, ya sea sobre moda, viajes, eventos, dietas maquillaje, limpieza, etc.

En la mayoría de los casos, de por medio hay un “canje”: servicios o productos gratis a cambio de mencionar las marcas en Instagram, Twitter o Facebook.

Sin embargo, otros, han pasado a ser unos verdaderos “monstruos” de la publicidad, que facturan cientos de miles de dólares cada vez que acuerdan con empresas promocionar sus productos.

Todo ello genera una duda: ¿deben los influencers pagar impuestos por estas actividades?

En países como España, la regla general es que sí: cuando estas personas reciben cualquier tipo de contraprestación, en efectivo o en especie, deben declarar las mismas y, en su caso, facturar con IVA.

Según medios hispanos, muchos de estos youtubers o instagramers, que llegan a cobrar cifras astronómicas por sus trabajos, han optado por cambiar su residencia a Andorra con el objetivo de pagar menos impuestos (alrededor de un 10% frente al 21% de España). No obstante, los asesores fiscales advierten que para poder llevar a cabo esta estrategia hay que demostrar que se reside en Andorra un mínimo de 183 días al año.

La mayoría de los países no fiscalizan a los influencers en materia tributaria, no obstante, en varias partes se está estudiando legislar una norma específica para este tipo de personas.

Publicidad encubierta

Otra arista de esta industria son las críticas de que muchos influencers engañan a sus seguidores.

Según el periódico Expansión, la Comisión británica de la Competencia (CMA, por sus siglas en inglés) dijo que los influencers podrían estar incumpliendo la normativa de protección al consumidor, al realizar publicidad encubierta de productos que recomiendan o muestran en sus perfiles.

“La gente necesita saber si los influencers han sido pagados, incentivados de alguna manera o premiados por respaldar o hacer crítica sobre algo en sus posts. Es importante que lo dejen claro a sus seguidores y esto incluye cuándo han recibido un producto o servicio de manera gratuita”, explicó la CMA tras concluir una investigación de seis meses sobre ese sector.

Durante este período, la comisión descubrió cómo muchos de estos famosos exhiben productos como relojes o cosméticos, o ensalzan servicios como hoteles y restaurantes, sin decir que lo hacen por una motivación económica y no sólo por una admiración real.

El organismo dice a los personajes más populares de Internet que deben ser claros, desvelando de forma transparente al principio del post si han recibido dinero por el producto del que van a hablar o bien es un regalo. “El mensaje debe ser transparente, fácil de comprender, no ambiguo y prominente”. Por ejemplo, se pueden utilizar expresiones como “promoción publicitaria” o “alianza comercial pagada”.